" 08:00 de la mañana, te despiertas con el ojo entreabierto por el cansancio acumulado de los días anteriores. Te sientes desubicada y no conoces ni de horarios ni de día de la semana en el que te encuentras. Algo ha sucedido esa noche que te ha dejado trastocada, un sueño tal vez revelador o tal vez de terror pero sin duda no consigues recordarlo.
El día avanza, hace frío en la calle pero tu te sientes segura y resguardada en la que ahora se ha convertido en tu casa, tu nuevo hogar.
Meditas sobre que hubiera pasado si me hubiera lanzado en ese momento hacia la persona que me gustaba o que hubiera pasado si nunca hubiese empezado a hablar con esa persona de la que ahora depende tu felicidad, todo sería diferente, nada sería lo mismo. Y te asustas, porque nada se puede manejar y el mundo está diseñado para ti: para que te equivoques, conozcas a una determinada gente, sufras, te sientas inútil o querida pero simplemente dejando que pase, porque el futuro está escrito aun sin que nadie lo sepa y poco a poco lo vas descubriendo.
Entonces, recuerdas el sentido de ese sueño que te había dejado trastocada y entiendes todo. Ese sueño era tu futuro, algo lejano y de lo que no puedes saber ni por tanto recordar, solo es algo por lo que luchar.
Y pasa el día, y te vuelves a acostar en esa cama hacia esos sueños de futuro e incertidumbre de los que nunca te acordarás pero por los que seguir luchando ".