Y llegó el 7 de enero, el día que dejamos atrás las vacaciones de navidad en Barcelona, mi casa de siempre, para volver a Madrid, el que es ahora mi nuevo hogar.
Me voy con un saquito de melancolía, que no tristeza, por la gente que dejo aquí y que tardaré meses en volver a ver, por los paseos por la playa, las fiestas y las sonrisas de mi gente de aquí.
Pero también vuelvo a Madrid con un saquito lleno de ilusión y ganas, muchas ganas. Ganas de ver a mi Mimi, a la que no he podido echar más de menos en estos días, de jugar con Carrie horas y horas, de llevarla al retiro y comer en picnick como llevamos meses diciendo y aún no hemos hecho, las tres...
Ganas de sonreír sin parar, de recorrerme mi querida Gran Vía, de reír a carcajadas en un pequeño lugar de Malasaña llamado Lolina, de ir al teatro como si de mi segunda casa se tratase y de ser muy feliz!
Me he dado cuenta de que Barcelona es algo que siempre va estar conmigo, en mi corazón, que los amigos que son de verdad lo demuestran y hacen lo imposible por verte y que familia no hay más que una.
Pero también se que ahora mi vida está en Madrid, que soy feliz como hacía tiempo que no lo era, que los demás están de más, que el "que dirán" no me tiene que afectar más y que nada es tan importante cuando tienes lo verdaderamente importante a tu lado.
Y después de este momento de reflexión y despedida de las navidades me despido ya por hoy con dos cositas muy significativas para esta entrada... Un video que he hecho de mi estancia en Barcelona y que siempre guardaré y una foto con mi niña del alma Mimi que representa mi vuelta a la capital.
MUCHO AMOR Y A SER MUY FELICES SIEMPRE!