martes, 17 de enero de 2012

Desde el pupitre...

Hace frío fuera y lo único que te apetecería en este momento es estar en tu cama, tapada con la manta y disfrutar de una buena película en compañía de un café. Pero no, esa no es tu situación habitual, tienes obligaciones que cumplir. A cada persona le pertenece una obligación que cumplir y en mi caso es la de asistir a clase y estudiar posteriormente para los exámenes, para conseguir aquella carrera por la que luchas.
Pero hoy te es imposible atender a clase, tienes otro pensamiento en la cabeza que va dando vueltas a lo largo de todo el día, y no sabes bien que es, quizás un viaje por planear o un deseo de amor por cumplir, pero la verdad es que no hay nada claro en tu mente. Piensas en todo aquello que te queda por comprar, las tareas que realizar al llegar a casa, la convivencia en el piso, el cariño de los tuyos o simplemente el sentido que tienes tú dentro del mundo. Y te sientes pequeña, insignificante y te atas a escribir mientras el profesor acaba su discurso del día, seguramente mucho más importante para tu futuro pero hoy, te es imposible aprenderlo, antes tienes que aprender a poder situarte dentro de ti misma.