martes, 23 de noviembre de 2010

Mejor tarde que nunca...

Hoy me hubiera encantado escribir mucho antes , pero me ha sido imposible. Pero , como dice el dicho: ¿Mejor tarde que nunca no? Y aquí estoy casi a las 12 de la noche escribiendo.
No me podía ir a dormir si hacerlo como cada día. Se ha convertido en una rutina, una necesidad de escribir, con la cual me siento muy feliz.
He decidido que voy a cambiar en mí las partes de mi comportamiento que no me gusten: Prometo no tener más días como los de hoy en los que simplemente no me soporto, me valoraré y lo que no me guste lo corregiré.
Prometo o al menos intentaré no sentirme nunca más ni utilizada ni infravalorada, a partir de ahora voy a ser FELIZ !